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lunes, 23 de noviembre de 2015

Dimensión geopolítica de las elecciones en Argentina

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Macri y el aliado de Bush en Irak, José María Aznar.

Por Augusto Bleda

El pasado 22 de Noviembre resultó electo en el balotaje presidencial, por un margen estrecho de votos, el candidato Mauricio Macri, actual jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Resultó vencedor en la contienda con el 51,40% de los votos frente al 48,60% de Daniel Scioli, candidato oficialista designado por Cristina Kirchner y actual Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. 

¿Qué se puede esperar del presidente electo en la delicada situación internacional que atravesamos? Empecemos por una consideración del entramado institucional que sostuvo, legitimó ante el establishment y catapultó la carrera política del empresario Mauricio Macri. Si en Argentina, durante otras épocas el liberalismo atlantista debió respaldarse en el poder de instituciones como la Iglesia o el Ejército, o bien en la defección de los líderes del peronismo, en esta ocasión ha optado por la vía democrática con la creación de un partido nuevo, el PRO. La estrategia de toma del poder comprendió fundamentalmente la movilización de la "sociedad civil" mediante la confluencia de los medios masivos de comunicación, el activismo en las redes sociales, y la formación política de ONGs y think-tanks de financiaminto internacional. Nos centraremos en especial en este punto, por lo sintomático que resulta a la hora de comprender el alineamiento geopolítico que se impondrá de aquí en más en la Argentina.

En primer lugar cabe resaltar su insistencia en reclamar a la embajada estadounidense que condene con dureza la política de los Kirchner. Así lo revelan los cables de Wikileaks que han sido estudiados y publicados por el periodista Santiago O'Donnell y reflejados después en los distintos medios nacionales (1). Pero no tuvo mucha fluidez aquella relación. Macri por el contrario recibió su principal espaldarazo de instituciones y financiamiento privado. Y aparentemente más que Washington fue Madrid el principal nexo con el entramado institucional neoliberal (2).

La FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales) presidida por José María Aznar sirvió de referencia para muchos de los nacientes partidos de oposición a los gobiernos de signo populista en América Latina, ofreciéndoles formación, financiamiento y nexos con Europa y EEUU. 

La relación personal con Aznar parece remontarse a 2008 cuando en pleno conflicto con el campo Macri lo recibió y lo declaró ciudadano ilustre, en el marco de un encuentro con referentes de la derecha mundial celebrado en la legislatura porteña. En 2010 volvió a repetirse un evento de la FAES, también con la presencia de Aznar.

Mauricio Macri con Gallardón y Ana Botella
En 2011 Macri hizo expresamente campaña por Rajoy entre la comunidad de españoles en Argentina. Como pueden ver en el video, dijo: "Si hay alguien que va a saber recorrer el camino duro de la recuperación, si hay alguien que va a saber cómo de esta crisis generar una oportunidad para el pueblo español, estos son los dirigentes del Partido Popular".

Como si fuera poco este verdadero prontuario, Macri "es amigo cercano del ex-ministro Alberto Ruiz-Gallardón, con quien suele verse en Buenos Aires o Madrid. (...) Incluso se hizo la foto de rigor con Ana Botella para mostrar su apoyo a la candidatura madrileña de 2020 y compró viejos coches del Metro de Madrid que iban para chatarra para que circularan por el Subte porteño" (3).

Como vemos los vínculos no se limitaron a la formación intelectual de cuadros del PRO a través de la Fundación Pensar, y la Fundación Libertad, fundaciones que forman parte orgánica de la FAES, sino que también ya hubo trabados negocios constantes y sonantes entre las partes. No es para menos tratándose de estos personajes.

Respecto del ex-ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón, se trata de un defensor histérico del Estado de Israel y doctor honoris causa por la Universidad de Haifa que ha prestado servicios a sus patrones oficiando de policía de pensamiento. Se ocupó de tachar de antisemita cualquier pronunciación contra las políticas sionistas y endureció el código penal para impedir críticas que vayan en esa dirección. Este video del 66º aniversario de la Independencia del Estado de Israel en España es por si sólo representativo de su posición. Allí mismo dice: "en España no hay diferencia, no importa quien decida los ciudadanos que gobierne en cada momento, siempre, cualquier gobierno estará cerca del Estado de Israel". Este es el tipo de relaciones internacionales que Mauricio Macri quiere para la Argentina. De hecho, ya ha tenido su propia reunión para trabar acuerdos con Benjamin Netanyahu. Ante él se comprometió en pedir la expulsión del Mercosur de Venezuela y en derogar el memorando con Irán.

Ya dentro de la campaña, llegó al país como enviada especial, paseándose por todos los canales de televisión y llamando a votar a Macri, la canalla de Pilar Rahola; quién no contenta con llamar "héroe" a Nisman calificó como "populismo de bajo techo" que se pretenda la gratuidad universitaria y defender las fuentes de trabajo de los argentinos. Por otro lado, también recibió, antes de la segunda vuelta electoral, los saludos de Aecio Neves, opositor neoliberal a Dilma Rousseff y Lula en Brasil, que se mostró entusiasmado con la idea de que Macri sea presidente para "librarse del bolivarianismo". Y ya para coronar la victoria del susodicho, Esperanza Aguirre, ex-alcalde de Madrid por el PP, bastante más trasnochada, celebró "el fin del comunismo" en la Argentina (!).

Como puede verse, el triunfo de Macri representa un duro revés para el proceso de integración regional autónomo en América Latina, iniciado con el rechazo al tratado de libre comercio ALCA del año 2005 a manos de Chavez, Lula y Néstor Kirchner. Sea cual fuera la valoración de estos gobiernos. Lo cierto es que Macri ya se ha manifestado a favor de un alineamiento con los países de la Alianza del Pacífico promovida por EEUU. La posibilidad abierta de que Argentina ingrese al BRICS se ve así definitivamente cerrada. Y gracias al debilitamiento de Lula y Dilma, que celebró recientemente el director del diario argentino Perfil en Brasil, también se debilita la apuesta por el mundo multipolar.

Ante este panorama preocupante para Argentina y el mundo, no podemos dejar de condenar la posición del filósofo Alberto Buela, quien publicamente y a conciencia llamó a votar a Macri como puede verse en este video del canal TLV1. Ya habíamos nosotros previamente condenado su posición en un artículo de hace unos días. Buela deslizó en un artículo suyo publicado en el sitio español Tribuna de Europa que iba a votar a Macri. En el video que recién enlazamos lo volvió a manifestar. ¿Cómo se justifica que por su despecho con el kirchnerismo llame a votar a alguien como Macri, a sabiendas que debilita BRICS y el mundo multipolar? Él mismo llama a Macri "un enemigo" en el mismo video en que llama a votarlo. ¿Podemos pensar que alguien informado e inteligente como Buela ignoraba las posibilidades que tenía Argentina de entrar al BRICS si perdía Macri? ¿Con qué cara pretenderá hablar de ahora en más sobre Alexandr Dugin?

La posición de Dugin ante la política de Putin y Medvedev permite trazar analogías con la situación de los gobiernos latinoamericanos que buscan caminos ambiguos entre el sostenimiento de ciertos valores occidentales propios del eje atlantista (modernización del Estado, respeto por las formas institucionales democráticas-liberales, vigencia de la economía de mercado, ciertos puentes de diálogo con EEUU y Europa, etc.) y el énfasis en la autodeterminación nacional, la intención de contribuir a la formación de un mundo multipolar y la búsqueda de patrones de desarrollo autónomo.

Creemos que los Kirchner tuvieron en repetidas ocasiones la posibilidad de acabar electoralmente con el macrismo, pero se negaron a hacerlo creyendo que podían encontrar en él una suerte de oposición controlada con la cual confrontar dialecticamente. La falta de decisión de superar el marco partidocrático e institucional burgués por parte de Cristina Kirchner, y la prioridad que otorgó a cálculos políticos ajenos a las decisiones tajantes y arriesgadas que demanda la historia acabó otorgando a Macri la victoria frente a un candidato de poco brillo y mala gestión en su provincia como Daniel Scioli.

Hoy más que nunca se impone la reflexión en el campo de las fuerzas nacionalistas, populares y revolucionarias de la Argentina. Compelidos por la fuerza de las circunstancias debemos reveer las limitaciones históricas con que se ha topado la tercera posición argentina, el peronismo en particular, y considerar seriamente si no es hora de abandonar la nostalgia y el folklorismo, el apego por las figuras tan manoseadas de Perón y Evita, para ir más allá y abrirse a la posibilidad de un amplio frente nacional-revolucionario, basado en las coincidencias que la hora demanda. Lejos tanto del rancio anti-comunismo como del anti-peronismo liberal, pero también de las estructuras corrompidas y osificadas del sindicalismo y la partidocracia peronista, hace décadas vendida al poder del dinero. Nuestra humilde posición y propuesta es considerar el marco de la Cuarta Teoría Política de Alexandr Dugin como aporte que puede motivar importantes reflexiones para lo que tenemos por delante. El enemigo principal de los pueblos del mundo es el liberalismo atlantista encarnado en EEUU, Inglaterra e Israel. ¿Cuando lo entenderán los nacionalistas reaccionarios y la izquierda internacionalista...?

Unidos o dominados.

1- La embajada estadounidense en lugar de hacer caso a Macri más bien defendía tener una relación de acercamiento con Argentina, que para entonces cooperaba con la estrategia "anti-terrorista" estadounidense reclamando religiosamente en la ONU a los Iraníes la extradición de los sospechosos por el atentado terrorista a la mutual judía AMIA. Las fisuras con la política kirchnerista vendrían mucho después, al conocerse la firma de un memorando de entendimiento con Irán el 27 de enero de 2013, que acabaría frenado por la justicia argentina y derivaría en la misteriosa muerte de Alberto Nisman, el fiscal a cargo del caso AMIA. Pocos días antes de aparecer muerto, Nisman había denunciado a la presidente acusándola de esconder tras el memorando un pacto espurio con Irán. Por supuesto los medios y la derecha liberal acusó veladamente al gobierno de la muerte de Nisman. Se supo gracias también a Wikileaks que Nisman enviaba a la embajada norteamericana todos y cada uno de los borradores de la causa AMIA para su revisión y corrección. Otra profunda investigación sobre Nisman, que pone de relieve su trayectoria en los servicios de inteligencia, se puede ver aquí.
2- Nuestra hipótesis es que ello se debe a que el gobierno de Obama prefirió mantener distancia con ciertos opositores como Macri que se hayan más ligados a la línea política del partido republicano que a la del demócrata.
3- De la fuente periodística de esta cita y de esta otra es de donde hemos recabado estos últimos datos y el vínculo entre fundaciones.
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